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Cuento del delfín saltarín

Cuentan que en el inmenso mar que rodea una lejana isla tropical, en sus calidas aguas, habita un peculiar personaje al que la gente del lugar  lo conoce como  «el delfín saltarín». Pero nadie sabe que ese hermoso delfín tiene un nombre, porque una Tortuga bonita lo llama «Gael» y ella lo cuida y juega con él.

«Gael, el delfín saltarín» sale todas las tardes a la superficie del mar y recorre la isla con singulares movimientos  lanzando  pequeños gritos para llamar la atención, la gente lo ve y se mete al agua para jugar con él.

A Gael no le dan miedo las personas, por el contrario le encanta acercarse y  que
lo acaricien, su pasatiempo favorito llega cada domingo, porque las familias van a la playa y los niños se meten al mar, entonces le gritan y aplauden.

Gael esta esperando ansioso en el fondo del mar oír que sus amiguitos ya están listos para jugar, nada velozmente y da unos enormes saltos girando y haciendo ruidos con su voz, no existe nada mejor para él que divertirse con sus amiguitos.

Un día la fama de Gael llego a oídos de gente mala, que fue a la isla para atraparlo, pues querían llevarlo a un circo acuático en la gran ciudad,  muchas lanchas invadieron el mar y cuando Gael salió a la superficie pensando que eran sus amiguitos, zas!!! Quedó atrapado en una fea y gruesa red que no lo dejaba moverse, Gael pidió auxilio con su voz aguda y en el fondo del mar la «Tortuga bonita» oyó los gritos desesperados y avisó rápidamente al «Rey Tiburón», un gran escualo, musculoso y con gran poder en sus mandíbulas con las que rasgo la red para liberar al delfín. Juntos los tres, Gael, Tortuga y el rey tiburón se escondieron en un remanso lejos de la isla.

La gente de la isla ya no veía al delfín saltarín, los niños estaban tristes porque ya no tenían a su amigo para jugar.

Una gaviota llamada «Ga» oyó todo lo que la gente decía y fue a contárselo a la tortuga bonita. Entonces en reunión familiar habló el rey tiburón le dijo a Gael: “Hijo, no toda la gente es mala, entiendo que tienes miedo por lo que pasó, pero piensa en tus amiguitos que están tristes, ¿recuerdas cuánto te gustaba jugar con ellos?”. Gael recordó todas las tardes agradables y divertidas que pasaba con los niños.

«Tortuga bonita» le dijo: “Pequeño delfín tú has venido al mundo para alegrar con tus saltos a los niños!!!  Tu encanto y alegría hacen que las personas sean mejores cuando están cerca de ti, hijito ¿no quieres ir a jugar con tus amiguitos?”.

“Sí” -grito Gael- “Vamos a la isla por favor, por favor, ¿podemos  ir?”

Era un domingo triste, hasta el cielo estaba medio nublado, aun así las familias se reunían en la playa, de repente!! Gael dio un gran salto con dos piruetas por el aire y cayo estrepitosamente en el agua lanzando gritos con su voz ¡Miren, miren ha vuelto el «delfín saltarín»! gritaban los niños alzando sus brazos y aplaudiendo se metieron al mar y haciendo un gran círculo rodearon a Gael y le decían: “no dejaremos que nadie te haga daño, eres nuestro mejor amigo y te queremos mucho. Por favor no te vuelvas a esconder”.

A lo lejos, tortuga bonita y el rey tiburón veían complacidos la escena, en el cielo el sol brillo nuevamente y sus rayos bañaban de alegría y felicidad a las familias en la playa.
Gael el delfín saltarín aun suele aparecer todos los días, en la isla todo mundo habla de él y los niños esperan ansiosos el domingo para reunirse con su mejor amigo y jugar.

Dedicado a mi hijo Gustavo Gael que nacerá en un mes…
De nuestro compañero y futuro padre Eduardo Perez Valencia, 39 años.
Desde la web de cibercuentos queremos expresaros nuestra
más sincera enhorabuena a usted y a su mujer.