Twitter response:

Etiqueta: aventura

Cuento El féretro de cristal
Nadie diga que un pobre sastre no puede llegar lejos ni alcanzar altos honores. Basta para ello que acierte con la oportunidad, y, esto es lo principal, que tenga suerte.

Un oficialillo gentil e ingenioso de esta clase, se marchó un día a correr mundo. Llegó a un gran bosque, para él desconocido, y se extravió en su espesura. Cerró la noche y no tuvo más remedio que buscarse un cobijo en aquella espantosa soledad. Cierto que habría podido encontrar un mullido lecho en el blando musgo; pero el miedo a las fieras no lo dejaba tranquilo, y, al fin, se decidió a trepar a un árbol para pasar en él la noche. Escogió un alto roble y subió hasta la copa, dando gracias a Dios por llevar encima su plancha, ya que, de otro modo, el viento, que soplaba entre las copas de los árboles, se lo habría llevado volando.

(más…)

El acertijo
Érase una vez el hijo de un rey, a quien entraron deseos de correr mundo, y se partió sin más compañía que la de un fiel criado. Llegó un día a un extenso bosque, y al anochecer, no encontrando ningún albergue, no sabía dónde pasar la noche. Vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita, y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Dirigióse a ella y le dijo:

– Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y al criado?

– De buen grado lo haría -respondió la muchacha con voz triste-; pero no os lo aconsejo. Mejor es que os busquéis otro alojamiento.

(más…)

Historia de las aventuras de la estrella

Érase una vez un niño que con su telescopio no paraba de ver a una estrella, de repente un planeta se la acercó mucho y sin querer le dio un golpe y la mando muy lejos. El niño se puso muy triste porque creyó que nunca más iba a ver esa estrella porque el planeta la mando tan lejos que fue a parar a un sitio de muchos planetas.

(más…)

La gran aventura de Juanito

(El niño que se convirtió en perro)

Hace mucho, mucho tiempo  existió un pequeño pueblito llamado amor, en el habitaban quinientas personas y todas eran amables, puesto que ayudaban entre ellos, pero Había- uno, uno de los quinientos, un pequeño niño que era muy inquieto, molestaba a todos incluso a los pobres animalitos esas pobres e indefensas criaturas que no le hacen mal a nadie.

(más…)