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El conejo que le pidió ayuda a un mago

Había una vez en un bosque muy lejano un pequeño conejito llamado Pepito, aquel conejito vivía muy acomplejado por que era muy pero muy pequeño, y los demás animales se aprovechaban de el. Un gran día en aquel bosque llego un extraño hombre los animales comenzaron a preguntarse  que a que se debía la llegada de ese hombre al bosque algunos animales fuero a averiguar y les dijeron que cumplía deseos, y que varios animales habían ido con el a cumplirle deseos pero en cambio de los deseos el mago les pedía un encargo y en cambio de esto le cumplía todos los deseos.

Pepito al escuchar esto se puso muy feliz y sin importarle que encargo le fuera a pedir, arreglo maletas y trepo montaña  hacia donde vivía el mago. Al llegar allí Pepito golpeo la puerta dos veces y un hombre alto y con una gran capa negra se asomo ala puerta y pregunto «¿qué deseas pequeño conejo?», Pepito con voz temblorosa respondió; «Dicen por ahí, que aquí vive el gran mago del bosque y que el hace realidad los sueños de todos los animales de este bosque», el hombre se sonrió y le dijo a Pepito que sí, era verdad todo lo que había escuchado, y que el era el gran mago del bosque.
Pepito se puso muy contento y le dijo que por favor le cumpliera el mayor deseo que el siempre ha tenido en su vida el mago le pregunto al conejo que que deseo era y él le dijo que era que lo hiciera mas grande y que no le importaba la condición que le colocara, el mago le pidió a Pepito que le consiguiera lo siguiente, una serpiente boa, los dientes de un cocodrilo y las lagrimas de un oso.
Pepito contento salió saltando y enseguida se dirigió al bosque y allí encontró una gran serpiente boa y le dijo  muy serio  serpiente me han dicho por ahí que usted esta muy gorda y que ya no cabe en ningún cesto y yo vine hasta aquí a comprobarlo, la serpiente enfadada dijo quien ha sido el atrevido que ha asegurado esa farsa yo estoy perfectamente bien y entro con mucha facilidad a todos los cestos, y el pequeño conejo le coloco un cesto en el piso a la serpiente para que ella se pudiera meter ahí, la serpiente muy cuidadosamente se deslizo y cuando estuvo completamente enroscada en el cesto Pepito cerró rápidamente el cesto y salio saltando muy aprisa, hasta el océano atlántico y allí encontró un viejo cocodrilo en la orilla del mar y el conejo se acercó y le dijo «me han dicho por ahí que tu como eres tan viejo ya no puedes gritar tan fuerte como antes» y el cocodrilo le respondió «hagamos una apuesta quien grita más fuerte de los dos».
El cocodrilo grito tan fuerte que se le salió la caja de dientes a volar, el conejo sin perder ningún segundo corrió y agarró la caja de dientes y la metió en un cesto y salió corriendo hasta el bosque.
Allí se encontró con el oso y se acercó y le dijo «me han dicho por ahí, oso, que tu amada osita se ha muerto ahogada en le gran rió»
El oso convencido de las palabras del conejo soltó llanto, el conejo sin perder ningún segundo colocó un cesto en el suelo para recoger las lagrimas el oso lloro tanto que el cesto se llenó.
Al rato una hermosa osita blanca cantaba muy alegremente el oso se dio cuenta que el conejo le había dicho mentiras y lo correteó queriéndole pegar pero el conejo fue muy astuto y se escapó de las garras del oso.
Pepito muy cansado de su largo viaje se fue para su casita a descansar a la mañana siguiente el conejo madrugo a ir a donde el mago y llevarle todos su encargos, trepó la montaña y al llegar golpeó tres veces y le abrió el mago y Pepito le dijo»hay tienes todos tus encargos que me hiciste ahora quiero que hagas realidad mi sueño», el mago observo los tres cestos y dijo «ya que me has cumplido mis encomiendas ven para acá pequeñito», y lo agarro de sus pequeñas orejas y el conejito serró sus ojitos del miedo que tenia al abrirlos se dio cuenta que su sueño de hacerse grande se había cumplido le dio las gracias al mago y se fue saltando muy feliz para su casita.
De nuestra compañera July Paola Cifuentes Valderrama .